Esta tradición tiene sus orígenes en México, en la época prehispánica, antes de la llega de los españoles a América, donde los indígenas pensaban que la muerte era el inicio de un viaje del alma hacia un destino que correspondía según el tipo de muerte que había tenido. Las almas de las personas que murieron por ahogamiento se dirigían hacia el Tlalocan, los que morían en guerra y las mujeres que morían en parto quienes eran consideradas guerreras que habían muerto en combate, se dirigían hacia Tonatiuh ichan, que es la casa del sol. Al Cincalco van los niños que murieron en su tierna niñez. El Mictlán estaba destinado a los que morían por causas naturales.
Los indígenas recordaban a sus difuntos cada año durante cuatro años en fiestas cuyas fechas dependían según la manera en que habían muerto. Además de recordar se cree que con estas celebraciones se pretende ayudar a los difuntos en su viaje hacia su destino correspondiente. Después de la conquista española, se comenzaron a celebrar entre españoles y comunidades indígenas evangelizadas bajo el control del clero, las fiestas de los Santos y los fieles difuntos que ya estaban integradas en el calendario litúrgico, prohibiendo así el culto indígena a los muertos, porque los frailes consideraban esta celebración indígena como pagana. El festejo de los fieles difuntos y el día de los santos, que celebraban los españoles, coincidía, aunque en fechas distintas con dos fiestas indígenas de muertos: Miccailhuitontli "fiesta de los muertos pequeños" y Huey Miccailhuilt "fiesta de los muertos grandes". Esta coincidencia ayudó sin lugar a duda a la asimilación de estas ceremonias españolas por los indígenas que así tenían la posibilidad de recordar a sus difuntos sin ocultarse, es así como se va generando poco a poco esta tradición mexicana del día de los muertos. En la actualidad esta tradición se comienza a celebrar en algunas regiones desde el 28 de octubre hasta los primeros días de noviembre, siendo los más populares los días 1 y 2 de noviembre que según el calendario católico el 1 de noviembre corresponde a todos los santos, día dedicado a los "muertos pequeños" y el 2 de noviembre a los fieles difuntos, es decir, los adultos. Durante estas fechas de celebración, las familias adornan las tumbas o hacen altares para sus difuntos en la cual se deben colocar los siguientes elementos y símbolos:
En 2008 la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) declaró esta festividad como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. La celebración del día de los muertos, aunque es de origen mexicano, otros países católicos también la realizan, algunos de ellos son: los países centroamericanos, República dominicana, Filipinas, Brasil, Perú, Estados Unidos, entre otros. Esta tradición puede variar un poco según sea el país en el que se celebre, sin embargo, todos tienen un mismo fin, el cual es de reunirse en familia para recordar quienes en vida fueron sus seres queridos.
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La realidad de la mutilación genital femenina
Actualmente, me encuentro en una etapa de mi carrera que me permite convivir profesionalmente con mujeres líderes en sus campos. Sin embargo, me pregunto, ¿Cuántas de esas mujeres saben sobre temas delicados, muy ligados a la desigualdad de género? Entre esos tópicos, me encontré con la mutilación genital femenina (MGF). Después de alguna pequeña investigación me di cuenta que es un tema notable a menor medida entre mis conocidas. Por ello, hoy quise retomar este tema que he tratado en varias ocasiones para diferentes revistas. Me siento honrado de compartir este escrito con mi grupo de trabajo en FLIQI+, más aun, cuando es bien visto por el comité de mujeres de dicha organización. A pesar de los esfuerzos individuales y colectivos de muchas mujeres a nivel mundial, prácticas drásticas y antiguas como la MGF continúan ocurriendo y ponen en riesgo la vida de al menos 200 millones de niñas y mujeres jóvenes en unos 30 países alrededor del mundo. Aunque la MGF constituye una violación de los derechos humanos fundamentales y un ejemplo de abuso infantil, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha informado que alrededor de 1 de cada 20 niñas y mujeres ha experimentado este acto inhumano en todo el mundo. ¿Qué es la MGF? La mutilación genital femenina se refiere a lesionar o extirpar parte o la totalidad de los genitales femeninos externos con fines no médicos. Las mujeres que se sometieron al procedimiento pueden enfrentar complicaciones a corto plazo o riesgos permanentes como el dolor severo, sangrados, infecciones urinarias, dificultades sexuales y problemas psicológicos. Realmente, el problema de la MGF es que no se percibe como algo nocivo. Es más, suele considerarse una práctica cultural, siendo vista como algo necesario, saludable o valioso entre las comunidades que se realiza. Históricamente, la MGF se ha asociado con regiones de África y Oriente Medio y se ha concentrado mucho en 30 países de esta zona; aunque es probable que esto se deba a diferentes migraciones, lo que hace que se extienda por todo el mundo. Esta práctica también ocurre en Asia, América Latina, Australia, Nueva Zelanda, América del Norte y Europa Occidental, para demostrar que es una preocupación universal. Tipos de MGF: La Organización Mundial de la Salud ha clasificado la MGF en cuatro amplias categorías que varían en gravedad: Tipo 1: Es la extirpación total o parcial del clítoris y la piel que lo rodea. También se conoce como clitoridectomía. Tipo 2: La extirpación parcial o total del clítoris y los labios menores; también puede incluir la extirpación de los labios mayores o los pliegues internos de la piel que rodea la vagina. Se conoce como escisión. Tipo 3: conocida como infibulación, generalmente incluye el estrechamiento de la abertura vaginal, creando una especie de sello, donde se cortan los labios mayores y menores. En este tipo de mutilación, los bordes cortados de los labios se cosen juntos, dejando a la mujer una abertura muy pequeña para el paso del flujo menstrual. Además, el orificio puede volverse tan pequeño que es necesario romperlo para tener relaciones sexuales o dar a luz, lo que a menudo genera complicaciones que pueden dañar tanto a la madre como al bebé. Tipo 4: Comprende diferentes procedimientos más o menos conocidos como piercings, pinchazos, incisiones, raspados o cauterizaciones del clítoris o de la zona genital. ¿Cuáles son las razones para practicar la MGF? Hay varias razones para practicar la MGF. Como se indicó anteriormente, ninguna de las razones son beneficios para la salud. Es crucial señalar que tal práctica puede estar relacionada con el género porque a menudo tiene lugar en áreas donde la violencia contra las mujeres y las niñas está profundamente arraigada y aceptada. Por otra parte, en algunas culturas se considera un ritual de transición a la adultez, como forma de preservar la virginidad ya que supuestamente controla la sexualidad de la mujer, o como requisito para casarse. Otros argumentan que ocurre por aceptación social, por supuestos beneficios higiénicos o porque aumenta el placer masculino durante las relaciones sexuales. La solución a este desafío Si bien, la MGF ha existido desde la antigüedad, todavía se cree que, con esfuerzos coordinados en todo el mundo, esta práctica se puede detener en una sola generación. En consecuencia, la ONU se ha fijado como meta acabar con esta práctica para el año 2030, y como recordatorio, ha creado el Día de la Tolerancia Cero de la MGF, que se celebra cada 6 de febrero desde 2012 Mi conclusión es que, la MGF es un procedimiento que no ofrece ningún beneficio médico y aún está muy arraigado culturalmente en las comunidades donde se practica. Además, es correcto decir, que la MGF podría estar relacionada con cuestiones de género que pueden estar encubriendo acciones oscuras como la aceptación de la violencia contra las mujeres y los niños. Los esfuerzos globales son más que obligatorios para evitar que más mujeres y niñas sufran esta drástica práctica. Este artículo fue parcialmente publicado, bajo mi autoría, en la revista AskClinik del Reino Unido en mayo 2022. Escrito por: Moisés Sanchez Amaya, Ph. D. (Fundador de FLIQI+) Docente y consultor de mejora continua, además de ser un escritor amateur. Los miembros de FLIQI+, realizamos una paseo muy especial y significativo, pues en un ambiente tan espléndido como la naturaleza, tenemos la oportunidad de reflexionar y aprender muchas cosas muy importantes.
El iniciar un nuevo sendero, se puede comparar a situaciones, en las que comenzamos a hacer algo nuevo, pues necesitamos valentía, el positivismo para esperar lo mejor, para poder seguir aún cuando no sabemos si caeremos, si nos encontraremos con dificultades o sin la certeza de que en verdad hemos elegido el camino correcto. A medida que avanzamos, el camino puede presentar tramos difíciles de atravesar, momentos en los que nos sentiremos cansados y el pensamiento de rendirnos será latente. Sin embargo, tanto al caminar como en nuestro día a día, debemos estar seguros de nuestras capacidades, estar consientes de que, si es necesario, podemos parar a descansar, de que, si caemos, podemos volvernos a levantar, aún más determinados que al comienzo del camino. Es importante saber, que, en el camino, unos van más rápido, otros se pueden quedar atrás, pues todos somos distintos, cada uno tiene una manera particular de disfrutar el viaje. No es sano compararnos a los demás, ni tampoco menospreciar cada uno de nuestro logros, por pequeños que nos parezcan, pues al final el recorrido se completa por cada uno de los pasos que hemos dado. Al caminar por los senderos, es importante no sólo ver dónde poner nuestros pies, porque nos perderemos de las maravillas que hay a nuestro alrededor. Hay días en los que estamos tan enfocados en los estudios, el trabajo y deberes, que no apreciamos las cosas buenas que tenemos, como la salud, nuestras familias y amistades, las oportunidades y en ocasiones incluso no somos capaces de reflexionar que también los demás pasan por momentos difíciles y que necesitan de nuestro apoyo. No es la misma experiencia llegar a la cima de una montaña si corremos y buscamos con desesperación llegar al punto más alto de esta. Si vamos paso a paso, aprendiendo y sumando amigos en el camino, no sólo llegaremos a la meta, sino que ganaremos recuerdos e incluso habilidades que podremos emplear para nuevos retos que emprendamos. Si el camino es fácil siempre, ¿Qué podremos aprender?, pues ante las adversidades nuestra creatividad y nuestras capacidades salen a brillar. ¿Qué hay de malo en que encontremos lodo, rocas u obstáculos?, si podemos ver la oportunidad de saltar hacia algo mejor. ¿Qué hay de malo en caer?, si con las caídas podemos demostrar nuestra perseverancia, la oportunidad de levantarnos y ser una mejor versión de nosotros mismos. Al llegar a la meta, para acompañar la felicidad de haber logrado lo que nos propusimos, podemos sumar el agradecimiento, a todos los que nos acompañaron en nuestro caminar, sobre todo los que estuvieron en los momentos más difíciles, la satisfacción que nos dará el superar cada reto, el agradecimiento por la buena compañía y por todas las capacidades que desarrollamos paso a paso. En verdad, que una caminata en compañía de maravillosas personas, nos puede enseñar mucho, tal y como lo expresa John Muir a quien cito: “En todo paseo en la naturaleza, uno recibe mucho más de lo que busca”, pues nos encontramos a nosotros mismos y encontramos valor en los demás, todos caminando como equipo, para poder juntos llegar al punto más alto. Trabajo realizado por estudiante de Ing. Química Industrial:
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