El concepto de ética es uno que se nos hace bastante familiar, y éste comienza a tener un mayor peso cuando se está adentrando en el ámbito laboral. La ética se refiere a un conjunto de principios y valores que guían la conducta humana en un contexto social y profesional. Se van creando un conjunto de normas para regular el comportamiento humano en una sociedad y se enfocan en temas como la responsabilidad, la integridad y el respeto a los demás. De aquí es donde surgen los códigos de ética de cada profesión, según las diferentes funciones que puedan servir las mismas. No obstante, junto con la ética suele seguir la moral, la cual a diferencia de la ética se basa en valores y creencias que suelen ser más individualistas, y aquí la conciencia entra en juego para decidir entre lo correcto y lo incorrecto.
La moral dependerá de la cultura y la educación que haya recibido cada persona. Es muy común en Occidente criticar aspectos de la cultura oriental, por ejemplo, podemos considerar extraño el tipo de alimentos que consumen mientras que para ellos el consumo de éstos es normal, debido a que está influenciada por factores, culturales, religiosos o personales. E incluso estos pueden variar entre las personas que compartieron las mismas influencias. Se puede decir que la ética trata los problemas de manera más objetiva y universal mientras que la moral es subjetiva y personal. Ambas son fundamentales en el ámbito profesional porque de ellas dependerán ciertas acciones a tomar. No obstante, hay que aclarar que existen distintos tipos de ética en el ámbito laboral. La ética profesional, se refiere a los principios y valores que rigen el comportamiento de un individuo en su carrera o profesión. Estos valores ayudan a guiar la conducta profesional y a establecer un estándar para la interacción con colegas, superiores y clientes. Ésta es esencial en toda profesión, porque ayuda a construir una imagen positiva y a mejorar la relación entre las partes interesadas. Los valores como la integridad y la honestidad son clave para ser coherentes en la toma de decisiones. Y de esta manera determinar las acciones correspondientes para realizar las actividades asignadas en el tiempo establecido y cumpliendo los estándares básicos solicitados que mantendrán su credibilidad y confianza con los clientes, socios, o en cualquier área asignada. Cabe destacar que la integridad incluye otra cantidad de valores, como la confidencialidad sobre todo porque las empresas suelen mantener información bastante sensible, ya sea para proteger los intereses de la misma o también el caso de proteger la privacidad y garantizar la confianza entre clientes y colegas. La responsabilidad también es un aspecto fundamental en la ética profesional. Los profesionales deben estar dispuestos a asumir las consecuencias de las acciones y decisiones tomadas y poder hacer las tareas de manera efectiva y eficiente. La responsabilidad demuestra el respeto que se tiene tanto al trabajo como a la persona que lo solicita, y aunque surjan opiniones diferentes, realizar el trabajo como fue solicitado representa un profesional que valora a la persona y demuestra su profesionalismo al comportarse de la mejor manera en el ámbito laboral. Este comportamiento debe reflejarse tanto en la apariencia, la comunicación y en desempeño ya que un profesional se considera capacitado para realizar las tareas y así mantener un alto nivel de competencia. Y he aquí la gran importancia de seguir los estándares de los códigos de ética dados y a su vez demostrando el gran valor que se tiene como persona lo que da un plus en sus actividades laborales. Ahora bien, ¿por qué es tan importante la ética en el ámbito laboral? Nuestra sociedad se rige por leyes, lo que enlaza estrechamente a la ética con ellas para garantizar la armonía, justicia y equidad. La ética proporciona un marco para guiar la conducta humana en términos de responsabilidad, integridad y respeto a los demás, mientras que la ley proporciona un marco legal para regular el comportamiento humano y sancionar aquellos que incumplen las normas establecidas. Todo con el fin de garantizar un futuro mejor para todos. Entonces hay que imaginarse cómo radica la ética junto con la ingeniería química: como cualquier profesión están estrechamente relacionadas porque el objetivo es trabajar en procesos y productos para beneficiar a la sociedad y el medio ambiente, generando productos y procesos seguros y sostenibles. Se deben considerar factores como la seguridad, la salud humana, el impacto ambiental y la responsabilidad social en todas sus decisiones y acciones; proporcionando así información precisa y confiable, respetando siempre la confidencialidad y garantizando las normativas y regulaciones aplicables. La ética es un tema que surge todos los días, por lo cual, se vuelve necesario mejorar constantemente para brindar un mayor valor agregado en la industria y en su competencia laboral, sembrando cada vez más los valores que desde pequeños se nos ha inculcado. Así que, ¿estás listo para este gran reto? Escrito por: Gissely Sánchez Editado por: Oscar Pineda Escrito por MLLa persona que ha escrito este poema tiene una gran pasión por escribir, ama la vida y estar enamorada. Aún no está lista para revelar su nombre y se mantendrá en el anonimato con el alias ML. |